Desde el año pasado decidimos reservar parte del presupuesto para lo que llamamos “casos especiales”: personas o familias que se hallan en una situación de emergencia o en circunstancias de vulnerabilidad o pobreza extrema. Siempre hemos atendido estos casos con fondos de reserva, pero cada año teníamos más y más así que decidimos incluirlos en el presupuesto, con una partida de 3.500 euros.

Este año, entre otros casos, hemos podido ayudar a las hermanas de Purnima, una de las niñas de nuestra casa de acogida cuya madre sufre de cáncer y está en fase terminal. En nuestras primeras visitas a la familia nos percatamos que apenas tenían qué comer y dos de las hermanas, Dia y Devi, habían dejado el colegio para intentar ganar algo de dinero en fábricas textiles de Katmandú. Devi nos dijo que apenas tenían qué comer, pues el terreno que tienen apenas les aporta para plantar maíz y comer seis meses al año. Desde noviembre del año 2017 comenzamos a hacerles una compra mensual de especias, aceite, sal, jabón, champú, verduras y otros productos básicos que les permiten subsistir, y con ello hemos logrado que Devi, Dia y la hermana más pequeña vuelvan al colegio. También costeamos todo el material escolar y ropa escolar. Sin esta ayuda Devi y Dia tenían muchas posibilidades de ser traficadas con falsas promesas de trabajo. Cada mes visitamos a la familia y nos alegramos inmensamente de haberles reunido, y de que ahora Purnima también esté más tranquila con nosotros sabiendo que su familia está reunida y permitiéndole ir a ver a su madre cada dos meses.

También, con esta ayuda, hemos podido ayudar a un hombre parcialmente ciego y con problemas psicológicos. Lo conocimos porque su hijo nos hizo saber que apenas podía ir a clase al tener que ayudar en casa, y que la ayuda que le hacíamos de material escolar no era suficiente. Visitamos a su padre y le procuramos tratamiento en Hetauda (a seis horas en autobús desde la aldea donde viven) durante cuatro meses. Mejoró muchísimo y ya puede trabajar algo en casa, al recuperar parte de la vista. También les hemos comprado algunas cabras para comenzar un ganado y generar más recursos. El niño ha vuelto a su clase de 5º de primaria y está muy contento.

No se si pueden imaginarse lo que significa esta ayuda para esas familias, el nivel de pobreza del que hablo, y la alegría que sienten hoy en día estos niños y sus familias. También están muy agradecidos… y yo siempre les recuerdo a todos que la ayuda es gracias a un montón de gente que cree en nuestra labor y se sienten cercanos al proyecto, cercanos a ellos. Gracias mil por estar ahí…!!!

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