En Nepal llevamos con medidas de confinamiento y distanciamiento social desde el 23 de marzo. Al igual que en India, estas medidas están provocando situaciones desesperadas para miles o millones de familias que vivían del jornal diario, trabajando como jornaleros o porteadores en la construcción, fincas agrícolas, cantinas, fábricas de ladrillo y variadas actividades que suponen el  70%  de la población activa.

Kaman Sing y su familia es solo uno de estos casos. Viven en Simaltar, el poblado donde comenzó el proyecto de Educanepal, hace ya 19 años. Kaman se dedica a trabaja como peón de obra cuando le sale trabajo en la ciudad cercana de Hetauda. Esto le supone unos ingresos de entre 40 y 60 euros al mes para mantener a su mujer y los dos hijos que le quedan en casa (Nita, su hija mayor, reside en nuestra casa de acogida). Antes de llegar esta situación ya teníamos que ayudarles puntualmente con comida para poderse alimentarse, y ahora la situación se ha agravado al no poder salir de casa para conseguir su sustento.

Hace unos días le hicimos entrega de comida de emergencia, algunos calderos y una espuma aislante para que no siguieran durmiendo en el suelo. Me sobrecogió el nivel de pobreza, la suciedad en los pocos cacharros que tienen, y la mirada de su esposa, que sufre algún trastorno mental y apenas se inmutaba ante nuestra presencia, mientras se comía un plátano que le entregó un vecino que nos ayudó a descargar los sacos de arroz y mantas que llevábamos. Tenemos un presupuesto de unos 1.000 euros para emergencias y casos especiales como esta familia. En principio podemos cubrir las necesidades básicas de 20 familias durante un mes, pero tenemos constancia de que, exclusivamente en esta aldea, hay unas 50 familias en una situación similar.

Yo sigo en nuestra casa de acogida intentando entretener a las niñas con clases de inglés, canciones, teatro, talleres de crecimiento personal  y cuidando de nuestro huerto y vacas. No son días sencillos para nadie, pero me siento privilegiado de poder comer arroz, lentejas y verduras cada mañana y noche. Ahora mismo hay mucha gente que no tiene ese plato de comida, y nuestra labor es intentar llevárselos hasta que puedan volver a ganarse su jornal.  En Nepal no hay comedores sociales, prestación por desempleo u otro tipo de ayudas. Estamos  nosotros y otras ONG, intentando hacer lo que podemos. Así que aquel que pueda permitirse echar una mano en estos días puede ver las distintas formas de colaboración y número de cuenta en:     https://educanepal.org/

Un fuerte abrazo y ánimos en estos días tan extraños. Un gesto de ayuda puede hacernos sentir muy bien.

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