Hola a todos,
Primeramente gracias mil a todos los que han querido ayudar a Mendu y a aquellas personas que han querido participar con la creación del fondo de emergencias. Hace tres años que colaboramos con la hermana Miriam, enfermera, y cada vez tenemos más casos donde poder echar una mano.
Hace dos semanas inauguramos una mini–clínica o dispensario para que Miriam pueda atender a la gente que se encuentra en las aldeas, cuando necesitan hospitalización o curas diarias. Ella no teme las heridas más variopintas o desgarradoras de ver. Con Shristi, cuya cabeza estaba llena de heridas con pus, tardamos dos horas en cortarle el pelo poco a poco y en limpiar una por una las heridas. Maili Maya, con un cáncer que le ha desfigurado la cara por completo, solo le deja que le limpie las heridas y le traiga alimentos líquidos, pues ya no puede tragar. Aún así, no la vi quejarse, sino agradecida de que la fuésemos a visitar.
Mendu continúa con fisioterapia, pero ya nos confirman los médicos que como mucho podrá caminar con un taca-taca, o con muletas. Yo tenía ilusión por verla caminar sin ayudas, pero ha pasado mucho tiempo desde su parálisis y es imposible recuperar movimiento en su pierna derecha. Aún así, ella sigue intentando recuperar todo lo que pueda. La estancia en el hospital para parapléjicos la ha puesto en contacto con hemipléjicos, tetrapléjicos… que también sonríen, bromean con ella… y no hay mejor terapia en la vida que sonreír ante la adversidad. Me aplico este tema en serio, pues me es muy fácil ahogarme en mi propia piscina de adversidades y lamentaciones. Tanto que aprender!!
Un fuerte abrazo y miles de gracias a los nuevos socios, y a toda esa gente que ha querido apoyar estas iniciativas. Un lujo contar con ustedes.
