Conocimos a Bipana en febrero del 2018. Llegó a nuestra oficina en Hetauda para solicitar una plaza en nuestro centro de formación en costura. Son muchas las niñas que quieren realizar el curso de formación de seis meses, pero solo podemos ofertar 16 plazas anualmente. Bipana fue seleccionada prácticamente desde esa primera visita, en la que recogimos todos los detalles de su vida y su situación de vulnerabilidad.

Sus padres apenas podían alimentar a sus cinco hijas y al hijo varón. Viven “de prestado” en la casa de un familiar, con un terreno que solo les proporciona maiz para comer seis meses al año. Tienen unas pocas cabras y algunas gallinas, y a veces deben recurrir a préstamos de vecinos para poder comprar arroz y lentejas. El padre tenía dos esposas, lo cual había generado muchas trifulcas y maltrato hacia su primera mujer, la madre biológica de Bipana. También se gastaba el dinero bebiendo con la segunda esposa y eso había generado un ambiente muy vulnerable para Bipana y sus hermanos, quienes también eran objeto de abusos y golpes.

Bipana había dejado la escuela en segundo de primaria y apenas sabía leer o escribir, así que desde marzo del 2018 la trajimos a nuestro refugio para realizar un curso intensivo de alfabetización. Casos como el suyo, que presentan una vulnerabilidad extrema al tráfico infantil, son prioridad para nosotros. En julio del 2018 comenzó el curso de costura y terminó en diciembre del 2018.

Al finalizar el curso le preguntamos cómo pensaba ganarse la vida con sus conocimientos, y cómo podíamos ayudarla. Nos dijo que en su pueblo, remoto y  de escasos habitantes, apenas podría ganar dinero. Le sugerimos quedarse en Hetauda seis meses y trabajar en algún taller de costura, aunque no le pagaran, en vistas a perfeccionarse y poder luego montar su propio taller. Junto a otras tres chicas, les hemos costeado alojamiento y comida en un albergue local desde febrero de este año con el objetivo de que antes de las próximas navidades puedan independizarse trabajando por su cuenta. Dos de estas niñas ya reciben un pequeño salario, y estamos muy ilusionados con este nuevo proyecto. Ilusionados viendo la dedicación diaria de Bipana, de sus compañeras. Ilusionados viendo como han madurado desde que llegaron hace casi dos años hasta ahora, observando la confianza que tienen en sí mismas y las ganas de seguir aprendiendo y poder ayudar pronto a sus familias y hermanos.

El coste anual de alojamiento y comida de las niñas en fase de formación, como Bipana, es de unos 600 euros, unos 50 euros al mes. Esto lo cubrimos con aportaciones de socios que se comprometen a ayudar a niñas como Bipana con cuotas desde los 10 euros mensuales. Si conoces a alguien que pueda permitirse 10 euros al mes te ruego le hagas saber que ahora mismo estamos pasando un leve bache en las aportaciones y que cualquier nuevo socio puede significar que otras niñas, en condiciones similares a las de Bipana, también puedan tener una oportunidad de valerse por sí mismas.

https://educanepal.org/hazte-socio/

Un fuerte abrazo.

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