Desde principios de mayo nuestro personal local ha comenzado a repartir el material escolar a unos 2.300 niños y niñas en las 37 aldeas donde trabajamos en la actualidad.
La gran mayoría de estas aldeas se encuentran en zonas remotas de difícil acceso donde la gente vive básicamente de la agricultura y la ganadería. Para muchas familias ya es un reto el poder sobrevivir del millo que plantan y las pocas cabras que crían, de ahí la importancia que tiene el poder cubrir los gastos de escolarización de los menores. Gracias a nuestra ayuda prevenimos que estos niños y niñas salgan de sus aldeas en busca de trabajo en fábricas textiles, hornos de ladrillos, salones de masaje y otras actividades donde son explotados (una media de 3 euros diarios por 10-12 horas de trabajo diario).
El material escolar se reparte cada dos meses por nuestro personal local y se hace con la colaboración del profesorado local y los padres y madres que dejan sus quehaceres diarios para ayudar en la clasificación y distribución del material. Para la gran mayoría de estos menores este material escolar, las mochilas, los uniformes y los sweaters que entregamos serán el único regalo que tengan en todo el año, y eso se ve reflejado en sus sonrisas y en la alegría y agradecimiento de sus familias.
Una vez más agradecer al personal local por sus esfuerzos en llegar a quienes más lo necesitan, pasando días fuera de casa, durmiendo donde nos hacen un hueco, caminando por zonas de montaña que requieren un gran esfuerzo físico. Todo regado de un gran entusiasmo por poder dibujar sonrisas y contribuir a que estos niños y niñas puedan tener una educación básica cerca de sus familias.
Un abrazo y lindo día para todos.
