Nilan, de 8 años, y Binita, de 12 años, son dos niñas de los cerca de 2.500 menores que reciben ayuda en aldeas remotas del Nepal para poder tener la oportunidad de ir a la escuela.
Viven en la aldea de Simat, en Bakaya, el este de Hetauda. Su padre, Tilak Bahadur Shyangtan, de 52 años intenta mantenerlas con la producción de maíz y mijo de su pequeño terreno, pero solo le da para 4 meses al año, así que aprovecha para trabajar como jornalero o porteador cuando sale algún trabajo en el pueblo donde viven. También cuentan con 10 cabras que aportan a los recursos que tienen, pero apenas les da para alimentarse y comprar algo de ropa, lo cual no les daba para poder comprar los lápices y el material escolar que necesitaban para estudiar. A esto se une el hecho de que perdieron a su madre hace siete años, aunque Tilak ha vuelto a casarse y cuentan con la ayuda de su nueva madre para hacer la comida, llevar las cabras a pastar y trabajar también de jornalera cuando sale algo esporádicamente, lo que les reporta unos 3 euros al día.
Gracias a la ayuda de Educanepal, las niñas llevan tres años asistiendo a la escuela, ambas en 3º de primaria, pues la mayor solo pudo comenzar en el colegio cuando comenzamos el programa de escolarización en su aldea. Las niñas disfrutan de cada día en el cole, el poder compartir experiencias con otros niños, jugar con ellos y aprender. Inicialmente Tilak no veía con muy buenos ojos el que sus hijas fueran a la escuela y dudaba del beneficio que podría tener, algo muy común entre las tribus que pueblan las zonas más remotas y que dependen de la tierra y del ganado para vivir. Sin embargo, hoy en día se siente orgulloso de verlas con su uniforme, aseadas, sabiendo leer, escribir, sumar, restar, algo de inglés y, sobre todo, teniendo la certeza de que esos conocimientos y los que podamos ofertarles en un futuro pueden abrirles las puertas para otros trabajos que no sean exclusivamente el de vivir de la tierra o los trabajos esporádicos como jornaleros.
Siempre agradecido a todos los que hacen posible, tanto en Nepal como en España, que podamos ayudar a niñas como Binita y Nilan, un ejemplo de los 2.500 que reciben nuestra ayuda en la actualidad… y quienes son los más agradecidos por la oportunidad que se les está brindando.
Gracias por estar ahí, por los esfuerzos que hacen muchos, por los ánimos. Un abrazo y mucha paz para todos.