Kabina Rai, de 17 años, vive en Gaurigaun, una aldea en las afueras de Hetauda. Actualmente cursa el primer año de un grado en educación.
Sus padres, Bijay y Laxmi, de 57 y 55 años respectivamente, como la gran mayoría de la población en Nepal, dependen de la tierra para subsistir, aunque Bijay a veces realiza pequeños trabajos de carpintería que complementan sus escasos recursos: un terreno pequeño donde plantar un poco de maíz y acelgas, una vaca y cuatro gallinas.
A pesar del esfuerzo de sus padres por sacar adelante a tres hijas, las hermanas mayores de Kabina, ambas casadas en la actualidad, tuvieron que dejar sus estudios por no poder costearse las tasas y el material escolar. Kabina estuvo a punto de correr la misma suerte por no poder tampoco costearse el transporte público desde su aldea hasta Hetauda (50 céntimos al día). Su suerte cambió al enterarnos de su caso y comenzar Educanepal a cubrir tanto el gasto de transporte diario como parte del gasto de material que sus padres no pueden cubrir.
Como Kabina, hoy en día hay más de 150 alumnos/as de secundaria y universitarios que pueden ir a la escuela gracias a la ayuda de Educanepal.
Gracias a todos los colaboradores que lo hacen posible con sus aportaciones o su tiempo para gestionar los distintos actos benéficos y la gestión administrativa.
Gracias mil por estar ahí, haciendo sueños realidad.
