El colegio Shree Adharbhut Bidhyalaya en Shakhatar, al este de Hetauda, es una de las 50 escuelas donde trabajamos en la actualidad. Gracias a nuestro proyecto educativo hemos conseguido incrementar el número de niños y niñas escolarizadas en este colegio de 159 en 2024 a 215 en 2025.
Este crecimiento ha sido posible gracias al material escolar que damos a los menores más vulnerables y sin recursos, a la labor de sensibilización con sus padres, a la cooperación de profesores y a la mejora de las condiciones de aprendizaje. Este Proyecto en Shakatar ha conseguido reducir el número de niños que salían de la aldea para trabajar en la producción de ladrillos en la zona de Katmandú y alrededores.
Educanepal dota a todos los alumnos y alumnas del material escolar, uniformes, mochilas escolares, sweater y también zapatillas de goma para los más pequeños. Para ellos es un sueño poder asistir a la escuela y cada reparto de material lo viven como si hubiesen llegado los Reyes Magos. Los profesores colaboran en la labor de prevención del tráfico de menores manteniendo contacto regular con los padres y llevando un estricto control de la asistencia a clase.
El reto en la actualidad es que hay algunos niños y niñas que deben caminar entre hora y media y dos horas para llegar al colegio, con la dificultad añadida de que durante el monzón se hace prácticamente imposible cruzar el río o caminar por los senderos por los peligros que ello conlleva. En este sentido poco podemos hacer, al no haber carreteras para procurar un transporte.
Otro reto importante es que sus familias apenas pueden alimentar a sus hijos; pero estamos ayudando en los casos de mayor precariedad. Precisamente es la pobreza extrema en la que viven lo que tiene como consecuencia que algunos padres se vean forzados a dejar que sus hijos e hijas, con apenas 8 o 9 años, salgan de la aldea en busca de trabajo. De ahí lo importante que está siendo nuestra labor para intentar retener al mayor número de niños y niñas en sus aldeas gracias al programa de escolarización, que incluye también una comida durante el recreo.
Esto es solo una muestra de lo que hacemos a diario, quizás así se entienda mejor nuestro lema de “dibujando sonrisas”. Gracias a todo el personal local que pasa días caminado por senderos, cruzando ríos y durmiendo en el suelo sobre una esterilla muchas veces porque no pueden ofrecernos más en estas aldeas. Gracias también a todos los miembros de la junta directiva de RUHEL y a todos los socios y colaboradores que hacen posible que podamos dar buenas noticias desde Nepal.
Mucha paz y amor para todos,