Detalles del día a día,
Pasan los días en esta parte del mundo, donde ya poco me asombra y todo es tan normal como la panadería, las calles y el asfalto de nuestra sociedad. A veces me sorprende cómo se puede acostumbrar uno a un mundo tan distinto, y ya no solo por lo visual que se pueda apreciar en las fotos, sino más bien por el abismo cultural que marca distancias que no siempre pueden llegar a una comprensión, sino más bien una aceptación desde el respeto.
No es fácil estar aquí, lo he repetido muchas veces, tiene su coste emocional, sobre todo, la pérdida de raíces, la soledad. Pero también está llena esta experiencia de Vida, de emociones que, una vez canalizadas, te acercan a tu esencia, a tu mínima expresión… que es lo que nos pone a la par con el resto de la humanidad, con la naturaleza, el aire… con la Vida. No veo otra finalidad en la vida que llegar a esa pequeñez, a la nada y al todo del que procedemos, rendirnos a la evidencia y esbozar una sonrisa.
Un abrazo y deseos de que cada día haya más gente que descubra la belleza de no estar sometidos al pensamiento, a la memoria… sino al presente sin juicio, aceptando cada momento como es, siempre mostrando una lección que aprender para, algún día, poder sentir una inmensa paz.