(Puedes ayudar simplemente compartiendo)

 

 Rinu Pakhrin fue abandonada por su marido hace años, al casarse éste con otra mujer, algo bastante común en las tribus con las que trabajamos en Nepal. Ha intentado sacar adelante a sus tres hijos, que en la actualidad tienen entre 6 y 10 años, trabajando en una carpintería. Desde que empezó el confinamiento, hace dos meses y medio, no ha podido trabajar y no ha cobrado nada, llegando a mendigar en su poblado para poder alimentar a sus hijos. No dudamos en acudir en su ayuda desde que supimos de su caso.

Aparte de ella, hay muchos otros en situaciones similares que atendemos y a quienes hacemos seguimiento desde el inicio de la pandemia en Nepal. Muchos sobrevivieron al principio con pequeños préstamos de vecinos o “dejándolo a cuenta” en las tiendas locales. Pero eso sirvió unos días, y ahora viven en la desesperación hasta que nuestro personal local, arriesgando incluso contagiarse, los ha identificado y provisto de ayuda de emergencia cada tres semanas: 50 kilos de arroz, 5 de lentejas, 2 litros de aceite, un kilo de sal, verduras y jabones para asearse y lavar ropa. En su mayoría gente mayor, familias numerosas o con enfermos crónicos o discapacitados. 

Gracias a nuestro personal local por intentar acudir a quien más los necesita en estos momentos y enseñarles también a ser precavidos manteniendo el distanciamiento social, la higiene y el uso de mascarillas. No es fácil esta labor en Nepal, no lo entienden fácilmente, pero se está intentando. El personal de campo y administrativo también está en contacto con la casa de acogida para proveer a las niñas y cuidadoras de todo lo necesario para su manutención. Cada día hay más casos diagnosticados y ya exceden los 2.500, aunque se presumen muchos más por la falta de infraestructura para testar a la gente.

Yo deseo que pronto se estabilice la situación y la gente pueda recuperar sus trabajos y no pase hambre, como ya ha hace semanas que ocurre.  No veo la hora de volver a poder retomar nuestra labor en los colegios y ver a los niños formando para entrar en sus aulas. Mientras tanto, seguiremos apoyando a quien más lo necesita en estos momentos.

Agradezco enormemente todas las donaciones recibidas para ayudar en estos momentos y los nuevos socios que nos permitirán, no solo ayudar ahora, sino en la tarea de reconstruir la economía local de aquellos que se verán afectados a largo plazo y que, en un país como Nepal, no cuentan con comedores sociales o prestaciones del estado de ningún tipo.

Si conoces a alguien que pueda permitirse echarnos una mano, comparte, háblale de nosotros. No tenemos otra manera de llegar a la gente que con vuestros mensajes y el “boca a boca”.

https://educanepal.org

Un fuerte abrazo, ánimos y mucha serenidad.

José Díaz

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