Namaste,
La historia de Educanepal es una sucesión de sueños. Comenzando, hace veinte años, por el poder ayudar a niños que picaban piedra en un poblado de chabolas, y llegando a la construcción de nuestra casa de acogida hace ya doce años. Por el camino muchos más. Incluso podría decir que cada día es un sueño al observar la labor diaria y el cariño con que se hace.
Actualmente, se va cumpliendo otro sueño: la construcción de nuestra nueva oficina a escasos metros de la casa de acogida. Una vez terminada tendremos toda la infraestructura de acogida y formación en un mismo lugar, donde se planificarán las actividades en las aldeas, se acogerán a las niñas de costura, se albergará a adolescentes sin recursos para poder ampliar sus estudios y todo ello en las inmediaciones de nuestro Hogar de Paz. Así será más fácil la gestión diaria y el apoyo a las distintas residencias, al mismo tiempo nos dará una mayor sensación de familia.
No veo la hora de poder regresar a Nepal y ver este sueño ya completo, pasear de extremo a extremo de este mini poblado ligado a la naturaleza, y que tanto esfuerzo a costado conseguir. Mi más sincera gratitud a todo el personal local y miembros de la junta directiva de Hogar de Paz por los esfuerzos para poder seguir adelante con la construcción en estos tiempos difíciles. También por la ayuda de emergencia que se sigue dotando al hospital en Hetauda y las familias más necesitadas de la zona. Y como no, a todos los colaboradores y voluntarios de Educanepal sin cuyo apoyo estos sueños nunca se habrían hecho realidad. Un lujo poderlo seguir contando. Un lujo contar no solo con el apoyo económico de socios y padrinos, sino también por el cariño y los ánimos que todos han mostrado y que en muchos momentos me han ayudado a lidiar con momentos muy complicados.
Gracias, gracias, gracias. Espero que algún día puedan visitarnos y respirar la armonía, la alegría, la inocencia y el amor con que se ha hecho todo.
Un abrazo y lindo día a todos.
