Namaste,
Tras las lluvias del monzón hemos retomado el reparto de ayuda a los niños y niñas que apoyamos. Aparte de ayudar a unos 1.500 niños en 20 colegios de zonas remotas deficitarias en alimento, también apoyamos con material escolar a unos 120 niños de otras escuelas cuyas familias no pueden costearles el material escolar (mochila, zapatillas, libretas, bolígrafos y otros materiales esenciales).
Son sus propios profesores quienes contactan con nosotros cuando detectan algún caso grave. Nuestra misión es que ningún niño o niña abandone la escuela por falta de recursos hasta terminar la educación secundaria obligatoria. Con esta ayuda conseguimos reducir la explotación laboral de niños que se ven forzados a trabajar para ayudar a sus familias y también prevenimos los casamientos de niñas que, ante la situación de pobreza, prefieren dejar de seguir siendo una carga para sus padres cuando aún no tiene la madurez suficiente para responsabilizarse de niños y cuyo futuro dependerá del trato y recursos del marido y su familia.
Día a día nuestro personal local trabaja repartiendo el material escolar o haciendo seguimiento a niños y niñas nuevos que solicitan este tipo de ayuda. No es fácil tomar decisiones cuando tienes un presupuesto al que ajustarte, así que el contar con suficientes recursos facilita nuestra labor (de ahí la importancia que tiene para nosotros cada aportación de socio o padrino). Este compartir de la labor diaria tiene como objetivo acercarles a nuestro día a día, a la alegría de estos niños al recibir su material, a la vergüenza que pasan muchos por necesitar esta ayuda, a la entrega y entusiasmo de nuestro personal local. Ojalá también este compartir lo hagan también ustedes con aquellos que puedan permitirse ayudarnos. Llevamos unos años (de Covid y ahora guerra) donde cuesta cubrir el presupuesto y los precios siguen subiendo. Hemos tenidos unas cuantas bajas, así que el boca a boca de todos puede suponer que surja un nuevo socio que aportando 10 euros mensuales nos permita ayudar a unos cinco menores sin recursos.
Gracias a todos aquellos que permiten este día a día tan lindo en Nepal y no dudes de que tu compartir emocionado, emocionará a otros. Es esa nuestra historia: compartir emociones.
Mucha paz en ti y alegría en tu corazón
