Susmita Galan (nombre cambiado) tiene 11 años. Llegó a nuestra casa de acogida proveniente de Hiranya Nepal, una ONG local que trabaja con niñas que han sido víctimas de abuso o violencia sexual.
Tras pasar cuatro años recibiendo apoyo psicológico y al estar sus padres en paradero desconocido, Hiranya nos pidió acoger a Susmita, que ahora estudia en 4º de primaria y se siente muy feliz de ser parte de nuestra familia.
Educanepal lleva tres años apoyando la labor de Hiranya Nepal, cubriendo todo el gasto de acogida y rehabilitación de niñas, así como actividades de sensibilización que realizan en las aldeas del distrito de Makwanpur. También ayudamos a pintar y decorar la casa donde acogen a las niñas y se compró mobiliario, alfombras y ropa de cama.
Kalpana Sharma es la persona que se ha volcado en apoyar a estas niñas, ofertándoles tanto el apoyo sicológico que necesitan como el cariño y los cuidados que las niñas requieren. Cuenta con un equipo de seis personas para atender a las niñas, ofertando un servicio novedoso en Nepal. Solo conocemos de otra ONG en todo el país que trabaja con víctimas de abuso sexual, lo cual no nada fácil. Estas ONG son pioneras en visibilizar una realidad que antes quedaba escondida de la sociedad y que dejaba a los menores viviendo un drama difícil de superar. Gracias a ONG como Hiranya Nepal, miles de alumnos y profesores que asisten a sus talleres conocen ahora esta realidad, sus derechos, cómo denunciar y qué tipo de asistencia se les puede dar.
Tengo la fortuna de ver de primera mano esta labor, comentar con Kalpana y su equipo sobre las dificultades, hacer un seguimiento de las niñas que llegan, su proceso de rehabilitación, de reinserción cuando la situación lo favorece. Y, por supuesto, acogemos en nuestra propia residencia a las niñas que no pueden atender a largo plazo. En la actualidad tenemos acogidas a siete niñas con pasado de abusos que no pueden volver a sus hogares o desconocemos el paradero de sus padres. De Susmita supimos porque algún familiar la había dejado con una familia de Hetauda que la utilizaba como personal doméstico con apenas 8 años.
Gracias a Kalpana y su equipo. Gracias a todo el personal local de Educanepal que realizan todas las gestiones para poder ayudar a quienes más lo necesitan. Y gracias a todos los voluntarios, colaboradores y socios de Educanepal sin los cuales sería imposible este día a día de cuidados y atenciones con la máxima seriedad y cariño.
(Todas las fotos mostradas son del centro de acogida de Hiranya Nepal que apoya Educanepal con unos 18.000 euros anuales).
Un fuerte abrazo y mucha paz,
Si quieres colaborar o tener más información: www.educanepal.org
