Namaste,
Man Bhadur y Rajendra son parte de nuestro equipo de trabajo en Nepal, los que más caminan, los que más tiempo pasan fuera de sus casas para poder acercar la ayuda que ofrecemos en las zonas más deficitarias en comida, las más alejadas, donde tienes la sensación de que el mundo se paró, y das hasta las gracias por estar algo más cerca de nuestro origen.
Cada día de su trabajo corren riesgos para poder llegar, duermen donde se pueda, a veces se pasa frío, muchas pasas hambre por no haber ni una tienda donde poder comprar un paquete de galletas. No es posible ducharte, asearte más allá de lavarte la cara. Pero todo vale la pena por dibujar sonrisas, ese es nuestro regalo, disfrutar de poder estar cerca de tanta inocencia, tanta humildad, y tanto agradecimiento por haber llegado hasta ellos.
Hoy solo doy gracias a todo el personal local por esa labor diaria a la que intentamos acercarles con estas notas y fotos. No tiene precio el riesgo asumido para llegar y el compromiso de todos.
