Namaste,
Hoy destacamos la labor de sensibilización tan importante que realizamos con los padres y madres en las aldeas más remotas del distrito de Makwanpur en Nepal.
La gran mayoría no tuvieron la oportunidad de estudiar y la supervivencia ha sido el objetivo diario, de ahí que sus capacidades se centren en la agricultura y la ganadería, con muy poco conocimiento del mundo más allá de sus aldeas. La gran mayoría no poseen suficientes tierras para abastecerse todo el año y la alimentación se reduce a harina de millo cocida en agua, y algunas lentejas o acelgas esporádicamente.
Antes esa situación tan precaria hay gente que intenta captar a sus hijos para trabajar como mano de obra barata en fábricas textiles o hornos de ladrillos en Katmandú. Muchos niños y niñas entre 8 y 12 años acceden a esta explotación laboral para poderse comprar algo de ropa o para poder comer arroz y carne con los 15 o 20 euros que ganarán mensualmente. Algunos dan a sus padres la mitad de lo que ganan para poder ayudarles.
En las charlas que tenemos con sus padres y madres les alertamos de las pésimas condiciones de trabajo que incluyen turnos de entre 12 y 16 horas de trabajo y un salario ridículo. Les animamos a que escolaricen a sus hijos para que puedan tener un futuro mejor y para ello les ofertamos todo el material escolar que ellos no pueden costear. También trabajamos con ellos la higiene, la planificación familiar, la gestión de recursos. En algunos casos de extrema pobreza también les hemos ofrecido ayuda para comenzar un ganado de cabras o ayuda sanitaria en casos de emergencia.
El contacto con padres y madres ha sido fundamental en nuestro reto de prevenir la explotación laboral infantil, pues necesitamos su apoyo, su comprensión y que motiven a sus hijos e hijas a formarse y que no sean víctimas de la explotación laboral y del tráfico infantil de menores.
Gracias a todo nuestro personal local por sus esfuerzos por llegar a estas aldeas remotas, por su dedicación y entusiasmo para motivar, para convencer y así lograr el objetivo de que todos los niños y niñas de Nepal puedan permanecer con sus familias y tener acceso a una educación básica.
Gracias a todos los que nos leen, nos apoyan y valoran esta labor que intentamos acercarles semana tras semana.
Gracias mil por estar ahí, haciendo sueños realidad.
