Hola a todos,
La semana pasada tuvimos dos días de reunión con profesores y padres de alumnos de las 30 escuelas que apoyaremos en el curso escolar 2017/18. Las clases acaban de comenzar y, como cada año, nos reunimos con representantes de cada escuela para dejar claro los objetivos de acabar con la explotación laboral y el tráfico de niños.
Durante el taller hicimos mucho hincapié en que nuestra ayuda (material escolar, sweaters, mochilas y uniformes) no sirve de nada si a nivel local no se ponen los medios para que la escuela sea un lugar donde el niño se sienta acogido, querido, y donde las actividades a realizar sean lo más atractivas posible para que los niños no se aburran y puedan aprender a través de juegos, debates, historias, reflexiones y trabajos en grupo, donde compartir sea una tarea diaria. No es fácil inculcar una metodología tan participativa en aldeas donde apenas les llega la comida y el profesorado apenas tiene formación, pero lo intentamos y durante el taller vimos distintas formas de aprender jugando.
Los profesores tiene cada vez más claro que su labor es clave para que no siga habiendo niños cuyos padres accedan a que dejen de estudiar con apenas 9 u 10 años para irse a trabajar a fábricas textiles o de ladrillos. Cada vez son menos los casos de niños que abandonan la escuela, y cuando en alguna aldea vemos que ya hay un hábito de mandar el niño a la escuela, entonces nos movemos a otra aldea donde se esté traficando con niños.
Solemos desarrollar nuestros proyectos de escolarización durante 5 u 8 años en cada aldea. Este año, a modo experimental, comenzaremos a dar una comida diaria en dos escuelas para ver si así se reduce el absentismo de niños. Muchos de ellos no vienen porque no han comido, o se marchan en el recreo porque tienen hambre y no vuelven por la tarde. Ofertar una comida diaria es muy costoso, pero ya estamos viendo resultados sorprendentes y nos estamos planteando trabajar en menos aldeas, pero ofertar comida en todas.
En breve comenzaremos a repartir material escolar por las aldeas a unos 3.500 alumnos, a supervisar el reparto de comida, a seguir animando a los padres a que manden los niños al colegio. Comienza un nuevo curso, nuevas aventuras, caminatas, sudores, anécdotas, dificultades, alegrías… Comenzamos con ilusión, entusiasmo… y eso les deseo en este día a todos, mucho entusiasmo para vivir, compartir, sonreír. Acercarnos al enorme corazón que todos llevamos dentro, dejarlo que guíe nuestras acciones, que nos de fuerza para tomar las decisiones que haya que tomar, que nos de libertad para no quedar paralizados por el miedo, que vibre, salte, y palpite siempre en la más absoluta calma… donde no hay principio ni final.
¡Un fuerte abrazo!
P.D. El lunes 8 llego a Gran Canaria y estaré de visita hasta finales de octubre para realizar algunas campañas, algún retiro y compartir con quien tenga ganas de compartir.
