Hace algunas semanas que os hablé de Mendu, una niña de 17 años cuya hermana, Bindu, convivió con nosotros seis meses para realizar el curso de costura que ofertamos a niñas en situación de riesgo.
Bindu nos contó que su hermana se había quedado parapléjica hacía tres años tras subir a un árbol y sufrir una caída. En su día, debido a no tener medios económicos, poco pudieron hacer por ella, más allá de llevarla al puesto de socorro más cercano, donde le dieron algunos calmantes. Mendu me contó hace poco que al principio no tenía movilidad en ninguna de las piernas, y tampoco controlaba la orina. Viven en una casa de barro y piedras de una sola habitación y tenía que arrastrase para ir al baño, donde tenían que sujetarla para poder hacer sus necesidades.
Al enterarme de su situación y conocerla personalmente, como en otras tantas ocasiones, me sobrevivo esa sensación de “haré lo que pueda para ayudarte”. Mi sueño era que volviese a caminar, y todo empezaba por ver si había alguna esperanza, después de tres años. Así que la llevamos a Katmandú para ver a algunos especialistas que nos pudieran asesorar. Le hicieron una resonancia, varias pruebas de fuerza y finalmente sugirieron algunas medicinas y que la llevásemos a un hospital para parapléjicos en Banepa, en las afueras de Katmandú, donde podrían intentar que recuperarse algo de movimiento.
En el hospital, tras otras tantas pruebas, nos dijeron que si la hubiéramos traído hace tres años podrían haberla rehabilitado totalmente, pero que ahora sería muy complicado incluso lograr que pueda mantenerse en pie. Aún así nos dijeron que lo intentarían, que les diésemos un mes de tiempo para lograrlo.
Después de estar una semana con Mendu y Bindu, Bhim y yo regresamos a Hetauda. Ambas se quedan en el hospital y están bien, Mendu poniendo de su parte todo lo que pueda para lograr tener la mayor movilidad posible. Yo la llamo todos los días y semanalmente vamos a visitarla. En la última visita levantaba una de las piernas… y estaba muy contenta!!
El tratamiento de Mendu supondrá unos 2.000 euros, y estaremos encantados de recibir donaciones o formularios de nuevos socios que nos ayuden a generar un fondo de emergencia para ayudar a Mendu, y si podemos, a otras personas que, como ella, viven en aldeas remotas donde apenas tienen para alimentarse y no tienen posibilidades de visitar a un médico. Nuestra misión principal es prevenir el tráfico de niños, pero viendo el caso de Mendu, y uno más reciente de una mujer con cáncer cuya cara está totalmente desfigurada (no mando fotos por ser bastante desagradable de ver), creo debemos actuar creando este fondo de emergencias. Las fotos de Mendu las saqué todas con el móvil, de ahí la mala calidad… pero aun así quería viesen a esta criatura tan linda, llena de vida, con una sonrisa preciosa… y unas ganas inmensas de ponerse en pie!!
Un fuerte abrazo.
