A pesar de las dificultades del confinamiento en Nepal, nuestro personal local sigue realizando esfuerzos para coordinarse con las autoridades locales, intentando hacer llegar la ayuda de emergencia (arroz, lentejas, aceite, sal, jabón) a aquellas familias que dependen de un trabajo diario como jornaleros y llevan cerca de dos meses sin poder ganar para su sustento.
Recientemente, en el poblado de Simaltar, en las afueras de Hetauda, hemos podido abastecer a 10 familias de vulnerabilidad extrema por viudedad, enfermedad, discapacidad o carencia de tierras y ganadería. En otras zonas donde trabajamos se están estableciendo contactos para seleccionar a aquellos que carecen de cualquier sustento.
No está siendo fácil realizar esta tarea debido al confinamiento y al temor generalizado, a medida que se incrementa el número de contagiados en Nepal y surgen las primeras víctimas, en un país sin medios sanitarios para atender esta pandemia. También estamos teniendo mucha precaución para no duplicar las ayudas y que se intente beneficiar al mayor número de familias. El gobierno nepalí ha destinado también algunas partidas de comida a algunas zonas y la coordinación es fundamental para que haya un control de beneficiarios.
Quisiera agradecer una vez más a todos los que han querido aportar su granito de arena para ayudar en esta situación de emergencia con sus donaciones o haciéndose socios. También agradecer enormemente los esfuerzos del personal local, que intenta llegar a los más necesitados en estas circunstancias adversas. En especial quiero agradecer al personal de nuestra casa de acogida que llevan dos meses sin poder salir de la casa e intentando que siga reinando la armonía y la felicidad, con su trato dulce y realizando actividades variadas con las niñas.
Un fuerte abrazo, serenidad y amor a todos.
José Díaz
www.educanepal.org