Nuestra labor en las aldeas no se limita a la escolarización de niños. También aprovechamos nuestras visitas para hablar con madres y padres sobre temas vitales como la higiene, el cuidado de los niños o la gestión de recursos.
Hace unos días tuve la oportunidad de compartir un taller sobre roles parentales y cómo afecta a los niños lo que ven en casa, o el trato que reciben. Comenzamos hablando de cómo cuidan de sus cabras, para luego mostrarles el cuidado que necesitan los niños, ahondando en aspectos como la escucha, el desarrollo de habilidades como la responsabilidad o el efecto de hábitos como el fumar o el beber el licor local.
No es fácil tratar estos temas que nunca antes se habían planteado, pero lo hacemos con respeto, sutileza y de una manera muy simple y fácil de entender para todos. También usamos el sentido del humor para que el taller sea lo más atractivo posible, al mismo tiempo que ilustrativo y que provoque una reflexión. No esperamos cambios drásticos en estas comunidades donde se vive a un nivel de supervivencia que marca su día a día y donde la prioridad es poder echarse algo a la boca. La gran mayoría de adultos nunca tuvo la oportunidad de ir a la escuela, vivieron una niñez quizás aún más dura y ofrecen a sus hijos lo mejor que pueden brindarles según su propio criterio.
Para mí personalmente el tema de la bebida es de lo más preocupante, pues no solo repercute en una merma de recursos económicos que apenas tienen, sino que también a veces es causa de malos tratos o violencia en el hogar. Evidentemente ellos no son conscientes de cómo esto afecta a los niños, pues para ellos beber es parte de su cultura. De ahí la importancia de, por lo menos, hablar de ello. Nos damos por satisfechos si acaso alguna familia nos comenta que han comenzado a ahorrar el dinero que antes gastaban en bebida, o que ya no fuman delante de los niños. Son estos pequeños detalles los que nos animan a seguir teniendo estos encuentros, de los cuales también aprendemos nosotros, pues nos da una perspectiva más amplia de lo que ha sido la evolución del ser humano, o el valor que tiene la educación o el rol parental en la crianza de niños y niñas.
En fin, un día más de aprendizaje y de acercamiento a la gente con quienes trabajamos. Siempre agradecido a quienes, tanto en Nepal como en España, nos ayudan para que este día a día sirva para que los niños que apoyamos puedan tener una infancia lo más digna posible.
Un fuerte abrazo y lindo día.
