Namaste,
Hoy nos damos un paseo por una de las zonas más vulnerables en las que trabajamos, mientras visitamos a tres familias que necesitaban ayuda de emergencia por no tener suficiente comida; pues el maíz que plantan apenas les da para tres o cuatro meses al año.
Siempre me ha conmovido la pobreza tan grande en la que viven tantas familias, que viven casi a la intemperie en habitaciones de barro y piedra. Me conmueve la mirada de los niños al vernos, quizás con cierta aprensión por ser la primera visita, preguntándose qué hacemos allí. No es fácil para ellos. El colegio está a hora y media de distancia subiendo la montaña, pero sus padres no pueden comprarles el material escolar que necesitan y con el monzón los caminos se embarran y es muy peligroso andar por ellos.
Durante la visita no solo hablamos de poderles facilitar el material escolar a los niños, sino también de qué podemos hacer para que puedan alimentarse todo el año. Nos sugieren que les compremos unas 5 o 10 cabras para comenzar un rebaño. Los niños siguen mirando con atención, sabe Dios qué se les pasa por la cabeza. Me extraña no ver una sonrisa, quizás porque me he malacostumbrado a verlas, incluso en las condiciones más extremas. Me cuesta gastarles alguna broma, así que nos limitamos a asegurarnos de que comenzarán a ir al colegio y de que tengan sus cabras lo antes posible.
No es fácil la vida en esas zonas remotas del Nepal, cuesta desde traer el agua desde la fuente más cercana hasta pasarse horas vigilando el maíz en un árbol para ahuyentar a los pájaros hambrientos que vienen a comérselo. Hace frío, la higiene brilla por su ausencia, a veces recurren a raíces que encuentran en el bosque para sobrevivir.
Esta es la gente a la que ayudamos y en breve veremos a estos niños sonreír en la escuela, veremos también a sus padres y abuelos agradecidos por poder comenzar su ganado de cabras y así tener un nuevo recurso de lo que poder vivir. La vida seguirá siendo dura, pero alivia sentirte acompañado, que alguien se te acerque, te escuche e intente hacer alguna cosa para ayudarte.
Todo esto siempre gracias a toda la gente que nos apoya y valora nuestra labor. Que no quepa duda de que ayudamos a quien más lo necesita, donde no llega nadie, y eso tiene un mérito enorme.
Un abrazo y mucha paz para todos/as,