Arati Kumari Shah, de 12 años, nació en el distrito de Rautahat, al sureste de Nepal. Tiene dos hermanos de 7 y 8 años y dos hermanas de 11 y 3 años. Su padre, con escasos ingresos, apenas podía mantener a su mujer y a sus cinco hijos, así que hace seis años migraron a Hetauda en busca de más oportunidades, para trabajar en la construcción como peón de obra. Allí viven los siete en una habitación alquilada y baño compartido. Arati, con solo 8 años, tuvo que dejar la escuela para ayudar a generar ingresos trabajando en una fábrica pequeña de macetas de barro (12 céntimos por maceta). Su Hermana Puja también dejaría de ir al colegio para ayudar a su familia. Alertados por uno de los profesores donde estudian sus hermanos más pequeños fuimos a estudiar el caso y ver qué podíamos hacer.

Durante la visita de Divendra, empleado local de Educanepal, el padre le dijo que no conseguía trabajo todos los días, con lo cual era muy difícil alimentar a su familia o poder comprar el material escolar necesario para sus cinco hijos. Confesó que había dado prioridad a sus hijos varones sobre sus hijas a la hora de seleccionar quienes podrían ir al colegio, pues en la tradición de su tribu no se le da valor a la educación de las niñas.

Divendra habló con Arati y con Puja y ambas, aunque resignadas a tener que participar en la generación de ingresos para ayudar a su familia, le mostraron que les dio mucha pena abandonar el colegio. Su padre dijo que si nosotros pudiéramos costear el material escolar que necesitan sus hijos, las dos niñas mayores no tendrían que trabajar, así que Divendra comentó el caso en nuestra oficina, donde se decidió apoyar a los cinco hijos con material escolar, uniformes y mochilas. Desde hace dos meses Arati y Puja han vuelto al colegio, donde se han matriculado en 2º de primaria. La ilusión de Arati es ser profesora y tener su propia familia, pero de pocos hijos, pues se ha dado cuenta de lo duro que es tener que alimentar a cinco hijos.     

Este es un caso más donde se mezcla la falta de recursos con la falta de sensibilización sobre planificación familiar y la discriminación de las hijas con respecto a sus hermanos. En ello seguimos trabajando, en las aldeas más remotas, para prevenir este tipo de casos y que todas las niñas y niños puedan tener una educación básica lejos de la explotación laboral o el tráfico de menores. 

Puedes ayudar a niñas como Arati haciéndote socio/a de Educanepal desde 10 euros al mes. Si ya colaboras agradeceremos que compartas nuestra labor diaria con quien pueda sentirse atraído a echarnos una mano para poder costear los gastos de escolarización de cerca de 2.500 menores en condiciones similares. La sonrisa de una niña a un click de distancia rellenando la ficha de socio en www.educanepal.org

Mucha paz y amor para todos desde Nepal

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